8 de juliol del 2009

JOSÉ ANTONIIO SAURA Y LAS LENGUAS DE LA RIBAGORZA

José Antonio SAURA, profesor del Departamento de Linguistica General e Hispanica de la Universidad de Zaragoza en el Campus de Huesca, en en el volumen "La Ribagorza" de la Colección Territorio del Gobierno de Aragón (2006). En el capítulo "Panorama lingüístico de la Ribagorza" (pp. 199.208) dice:
p. 203
"En la cuenca del Ésera, al sur del valle de Benasque, perviven diversas variedades aragonesas en torno a las localidades de Barbaruens, Campo y Graus. No obstante,con independencia del grado diverso de castellanización que las embarga,también en ellas pueden descubrirse notables elementos catalanes como la palatalización de /l/ inicial (llabrá ‘labrar, llana ‘lana’) o el indefinido perifrástico (va torná ‘volvió’).
En la cuenca del Noguera Ribagorzana tenemos un modelo lingüístico que se corresponde plenamente con el catalán occidental. A este debe adscribirse también el Alto Isábena (Laspaúles, Espés), por más que muestre una convergencia algo más acusada con el aragonés: ausencia de /s/ sonora (casa), plurales femeninos en/as/ (crabas ‘cabras’, donas ‘mujeres’).
Entre ambas zonas se puede trazar una franja integrada por modalidades de carácter verdaderamente mixto, dado el relativo equilibrio de los elementos aragoneses y catalanes que las configuran. Su delimitación abarca el valle de Benasque,varios pueblos de la cuenca media del Isábena (Merli, las proximidades de Roda, Güel, Laguarres) y, más al sur, Juseu y Aler, hasta la zona de La Litera
(Calasanz, Azanuy y San Esteban).
P. 205
La irrupción del castellano
Las diversas modalidades ribagorzanas están sacudidas hoy en día por un hecho relativamente
reciente, pero de gran trascendencia como es el impacto del castellano. En efecto, con las divergencias de rigor entre unos puntos y otros, lo cierto es que en las generaciones más jóvenes se empieza a poner en crisis la transmisión lingüística por una serie combinada de razones de índole muy variada, en cuya explicitación no entraré aquí (el prestigio de la lengua oficial, un cierto pragmatismo, etc.). De ahí la coexistencia de dos registros lingüísticos en inestable y desigual equilibrio:
a) Uno formal, el de la escuela, la Iglesia, la milicia, la Administración, los
medios de comunicación..., con una doble dimensión hablada y escrita,
el castellano.
b) Otro familiar, el de la mera oralidad conversacional y que manifiesta una
reducida dimensión escrita, las variedades ribagorzanas.En consecuencia, en Ribagorza, las hablas autóctonas y el castellano se revisten de connotaciones y usos diferentes;así, las primeras se consideran de menor prestigio frente al peso cultural del segundo, hecho nada novedoso–por otro lado–, puesto que el propio Saroïhandy lo destacaba ya ensus indagaciones dialectales por la
zona del oriente aragonés a principiosdel siglo pasado. Ahora bien, diferentepuede ser la consideración delas mismas en términos absolutos, entanto que han permitido y permiten la
comunicación entre sus usuarios.
De todos modos, la situación lingüística ribagorzana admite necesariamente algunas puntualizaciones complementarias.
En primer lugar, debe dividirse –en consonancia con lo avanzado antes– en dos grupos a los hablantes:
a) monolingües castellanos (segmento poblacional que va en aumento tanto por la incuria de los hablantes de variedades ribagorzanas queno las transmiten a sus hijos como por el factor inmigración registrado en algunos puntos);
b) bilingües (con mayor competencia ya en aquellas ya en castellano,normalmente en función del factor ‘edad’).
En segundo lugar, el grado de castellanización no es uniforme en todas las localidades, de modo que en aquellas más sujetas a tal proceso tenemos que el castellano se usa por una parte de la población como lengua formal, pero también informal; la otra parte, en cambio, usa las modalidades ribagorzanas en contextos informales y, si no las utiliza en contextos tenidos por formales, es muchas veces porque en ellos entran personas que suelen desconocerlas (notarios, médicos, farmacéuticos…).
Planificación lingüística
Con independencia de la vigencia de las teorías de Darwin en la propia biología y de su ulterior aplicación a las lenguas indoeuropeas, estimo que hoy cada vezmás puede concebirse a las lenguas minoritarias como especies lingüísticas en víasde extinción. O, en otras palabras, si se suele decir con razón que las lenguas sonalgo vivo, resulta palmario el carácter amenazado y regresivo de tales modalidades.
¿Cómo mantener, por tanto, esta biodiversidad lingüística?. Ardua cuestión. Por
lo que a La Ribagorza se refiere, cabría sugerir tres líneas de actuación.
a) Investigadora. Solo un conocimiento exhaustivo de la realidad lingüística de este territorio nos puede permitir establecer propuestas normativas y ortográficas, así como llevar a cabo una recuperación de elementos ya relegados o en vías depérdida. Por eso, un estudio de las hablas vivas, de la toponimia, de la documentaciónantigua y de la íntima interrelación entre lengua y cultura me parecerequisito necesario antes de emprender cualesquiera otras medidas atingentes al tema que nos ocupa. Todo ello condicionará los trabajos gramaticales, lexicológicos, ecolingüísticos y pedagógicos que de las anteriores premisas se derivan.
b) Divulgativa. Que sea vehículo natural de las variedades escritas a través de publicaciones
periódicas (diarios, revistas, etc.) y de textos literarios (cuadernos, libros),
en un momento en que la literatura apuesta decididamente por la calidad.
c) Política. Conducente a la adopción de una serie de decisiones efectivas que posibiliten
la introducción obligatoria de estas modalidades en los centros de enseñanza
primaria y secundaria, así como su presencia en los medios de comunicación
locales (radio, televisión).
Naturalmente, ninguna de estas iniciativas –y otras que pudieran surgir– son factibles sin recursos económicos. Esto lo sabemos muy bien quienes sin apoyo institucional y contra el reloj trabajamos en la investigación y la edición del benasqués,pero supongo que estaba también en el espíritu del legislador, cuando escribiólas siguientes palabras:
Las diversas modalidades lingüísticas de Aragón gozarán de protección, como elementos integrantes de su patrimonio cultural e histórico.
Y en este punto no caben medias tintas: o dejamos morir las escasas lenguas aún
vivas del Pirineo aragonés –con lo cual sugiero que se suprima el mencionado artículo7 del Estatuto de Autonomía–, o se demuestra fehacientemente su amparopor medio de una voluntad política clara.
Todo lo demás es pura palabrería huera de contenido.
A modo de conclusión
Tal como yo lo entiendo, nos hallamos ante un conflicto de resonancias casi trágicas, puesto que, si por una parte el romanticismo nos impele a defender y conservar las lenguas minoritarias heredadas de nuestros antepasados, al margen decualquier interés bastardo (político, económico), por la otra, un frío pragmatismonos recuerda el hecho de que en el Alto Aragón una única lengua (el castellano) basta. Y si digo trágicas es, además, porque el respeto hacia la libertad que debiera presidir todas nuestras manifestaciones humanas y también la elección quecada cual hace de su credo lingüístico, parece llevar aparejada de manera ineluctablela desaparición de estas pequeñas lenguas. Por eso, no es extraño que enlas comunidades en que ello es posible desde un punto de vista político (Cataluña,Galicia, País Vasco), se discriminen positivamente.Ahora bien, si hay un territorio aragonés en que ello es todavía posible y auspiciable,en virtud de la vitalidad de sus hablas, ese es Ribagorza. He aquí el verdaderopunto de partida de una adecuada política lingüística que debiera promover el Gobierno de Aragón, cosa que hasta ahora ha rehusado cumplir.