5 de novembre del 2009

El Grupo Aragosaurus estudia el dinosaurio más moderno encontrado en Europa


(En la imagen, huesos del nuevo hadrosaurio Arenysaurus, ardevoli, en el yacimiento de Arén, en Huesca. Foto: Grupo Aragosaurus).



El grupo aragonés de Investigación Aragosaurus, apoyado por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón, e investigadores de la Universidad del País Vasco han estudiado el registro fósil de los hadrosaurios, los denominados dinosaurios 'de pico de pato', en la Península Ibérica. Los resultados de esa investigación determinan que fueron los últimos dinosaurios de su grupo en poblar el continente europeo antes de su desaparición durante la crisis biológica ocurrida hace 65,5 millones de años. Este descubrimiento ha sido publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology.
Para esta investigación ha sido clave el hallazgo en 1997 de un nuevo hadrosaurio, el bautizado como Arenysaurus ardevoli, en honor al nombre del pueblo de Arén (Huesca), donde se ubican los yacimientos en los que trabajan desde hace 16 años los miembros del Grupo Aragosaurus. Este equipo de la Universidad de Zaragoza, dirigido por José Ignacio Canudo, descubrió el primer cráneo articulado de hadrosaurio descubierto en el sur de Europa. Gracias a este hallazgo se descubrió la cuarta especie conocida hasta ahora de hadrosaurio. Desde entonces hasta el año 2001 “se han realizado cinco campañas arqueológicas en este yacimiento. Es ahora cuando se están extrayendo los resultados, porque se trataba de un tipo de roca muy duro y difícil para extraer muestras”, concreta este paleontólogo.

Los yacimientos de Arén tienen una antigüedad de 200.000 años antes de la extinción de los dinosaurios y el cráneo hallado pertenece a un tipo de handrosaurio con cresta hueca en el cráneo, denominado lambeosaurino, que vivió entre hace 65 y 68 millones de años, según explica José Ignacio Canudo, que apunta que esta investigación se ha desarrollado conjuntamente con el equipo de Xavier Pereda-Suberbiola de la Universidad del País Vasco (UPV), descubriendo varias especies de hadrosaurios que coexistieron en la Península Ibérica. Los investigadores han localizado, además del cráneo parcial articulado, restos de mandíbula y elementos postcraneales como vértebras, huesos de las extremidades y de la cintura.
“Para nosotros es clave la investigación para saber si la extinción de los dinosaurios se produjo antes, a la vez o después de la caída del meteorito, ocurrida hace unos 5 ó 7 millones de años. Para ello necesitamos detalles, datos. El yacimiento de Arén constituye uno de los pocos sitios del Cretácico Superior, hace 65 millones de años. De ahí la importancia de los hallazgos”, asevera Canudo, cuyo grupo de investigación se enclava en el Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de la Universidad de Zaragoza (IUCA).
Este científico, perteneciente a la Universidad de Zaragoza, apunta que desde el Grupo Aragosaurus una de las líneas de trabajo es la biodiversidad, “hemos constatado que había cuatro especies distintas de hadrosaurios. Una de ellas es la de Arenysaurus, en la que hemos encontrado bastante material en estos yacimientos, que es el más moderno de toda Europa, el que está más cerca del límite, de la extinción”, concreta. Así, junto a los hadrosaurios reconocidos por las mandíbulas fosilizadas halladas en otros trabajos paleontológicos realizados en los yacimientos de La Solana (Valencia) y Fontllonga (Lleida), convivieron un hadrosaurio lambeosaurino todavía por definir, y otro lambeosaurino recién descubierto, el Arenysaurus ardevoli.
La descripción de este dinosaurio acaba de ser publicada en la revista francesa Comptes Rendus Palevol, y completa el registro fósil español. Según los paleontólogos, el nuevo lambeosaurino tenía una domo frontal muy prominente, y sus relaciones de parentesco sugieren una conexión paleobiogeográfica entre Asia y Europa a finales del Cretácico.
El registro español de hadrosaurios es el más importante de Europa. De las 50 localidades en las que se han descubierto restos de dinosaurios desde 1984, cerca de la mitad se han encontrado en Lleida y en Huesca. Estos yacimientos destacan por haber proporcionado fósiles pertenecientes a varias especies de dinosaurios de pico de pato.
“En Europa coexisten hadrosaurios evolucionados y primitivos, y la persistencia de formas basales podría tener que ver con la paleobiogeografía insular de Europa durante el Cretácico superior”, manifiesta el científico. Además de los fósiles hallados en la Península Ibérica, se han encontrado fósiles de hadrosaurios del final del Cretácico en los Países Bajos, “aunque se trata de material más fragmentario que el hallado en Huesca o Lleida”, puntualiza Xavier Pereda-Suberbiola de la Universidad del País Vasco (UPV).
Durante esa época, Europa quedó aislada de otros continentes y esto pudo favorecer la supervivencia de ciertos linajes. “Las faunas de hadrosaurios europeos son diferentes a las de Norteamérica y Asia, ambas dominadas por formas evolucionadas”, explica Pereda-Suberbiola.
Rosa Castro
Fecha: 4/11/2009

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1 comentari:

Anònim ha dit...

Vaig aprendre molt