21 de gener del 2009

Democracia Nacional es nazi (ahora si)

No se admite la ideología, se esconde, se disimula, y eso sólo se puede interpretar que algo los avergüenza।
Castellano:
La justicia ha absuelto a el diario Odiel y avala afirmar que el partido Democracia Nacional (DN) es nazi. Se abre pues un camino para empezar a desenmascarar a todos aquellos NAZIS escondidos detrás de la pátina democrática, populista y demás eufemismos que los neonazis utilizan para no asustar al electorado con esvásticas. Hace tiempo que venimos recordando el currículum del jefe de DN, el valenciano Manuel Canduela Serrano, ex miembro de Acción Radical y cantante del grupo nazi División 250. Ahora habrá que empezar a destapar las semejanzas entre DN y otros partidos que se disputan el voto ultra, investigar dónde están aquellos viejos ideólogos de CEDADE que pasaron de DN en otras formaciones, y ver si los argumentos por los cuales se avala denominar nazi a DN nos sirven para utilizar el mismo adjetivo en los demás casos.
El neofascismo que comenzó a construirse un poco tarde en el Estado español, en comparación con el resto de países europeos, debido al peso franquista dentro de la ultraderecha española, empieza a tener problemas para disimular su verdadero talante. Durante los años'80, el neonazismo en el Estado estaba representado por una de las organizaciones nazis con proyección mundial más importantes de la historia, el Círculo Español de Amigos de Europa (CEDADE), donde coincidieron personajes como Pedro Varela Heiss, propietario de la Librería Europa, Christian Ruíz, Juan Antonio Llopart, líder del Movimiento Social Republicano (MSR) o uno de los actuales think tanks de España2000, el catalán residente hoy en Alicante, Ernesto Milà.
No hay que olvidar que numerosos nazis, muchos de ellos acusados de terribles crímenes contra la humanidad durante el III Reich, encontraron en la España franquista un paraíso para rehacer sus vidas y continuar sembrando la semilla del odio , manteniendo viva la ideología más sanguinaria de nuestra historia contemporánea. Los antiguos militares de Hitler refugiados en el Estado habían promovido CEDADE, habían encontrado aliados españoles que se comprometían con el ideario nacional-socialista y que estaban haciendo una enorme labor de difusión, tanto al Estado como en América Latina, donde también se refugió una importante colonia de militares nazis del III Reich, la mayor parte de estos amparados y contratados por la CIA para desestabilizar durante la Guerra Fría los gobiernos de izquierdas de la zona.
Las leyes españolas no prestaban demasiada atención a los neonazis, que podían pasear tranquilamente las esvásticas por medio de Madrid celebrando el centenario del nacimiento de Hitler, como muestra este vídeo rescatado el año 1989 donde Pedro Varela glorifica el Führer. Mientras, la mayor parte de la extrema derecha seguía ligada al pasado franquista, una identificación que perdería peso en los sucesivos años con la aparición de grupos como Bases Autónomas o Acción Radical, que empezaban a adoptar de Europa la nueva moda Skinhead nacional - revolucionaria (neonazi).
También fue clave el juicio que enfrentó la superviviente de los campos nazis, Violeta Friedman, con el rexista belga León Degrelle, ex general de las SS que vivió como un rey en Málaga durante 49 años amparado por el régimen franquista. Friedman se enfrentó a Degrelle tras la publicación en la revista Tiempo, en julio de 1985, de unas declaraciones del ex SS donde, entre otras afirmaciones, ironizaba sobre los judíos: "... si hay tantos ahora resulta difícil creer que hayan salido tan vivos de los hornos crematorios ".
El juicio, tal y como relata un artículo del año 1988, concentró numerosos neonazis que increpaven la superviviente del Holocausto que reclamaba una condena contra el nazi por haber atentado contra su honor.
A principios de los'90, al ganar el juicio Violeta Friedman, CEDADE se disolvía, las leyes españolas estaban ya en alerta de la propaganda nazi y empezaban a acotar el terreno para que éstos no pudieran realizar descaradamente cualquier apología del genocidio y de rehabilitación del régimen nazi.
El relevo lo recogían los nuevos nazis, más jóvenes, que no habían vivido el franquismo y que renunciaban a la caspa ultracatólica de sus padres, al menos de cara a la galería.Los skinheads empezaban a convertirse en una moda entre los ultras españoles, una nueva forma de acercarse al resto de países europeos que ya presumían de tener ejércitos de jóvenes rapadas dispuestos a combatir el orden establecido desde su particular contracultura basada en el racismo y el europeísmo, ignorando los obstáculos legales que la difusión del nazismo comenzaba a tener en Europa.
Pero los sucesivos episodios violentos (asesinatos, palizas, disturbios ...) y la militancia delincuente, ligado a la presión mediática y la alerta que los grupos antifascistas y organizaciones por los derechos humanos lanzaban, llevó a los ideólogos y los líderes más ambiciosos a explorar nuevas vías para construir una opción política acorde con el tiempo, enmarcada dentro del sistema democrático y que afrontará el nuevo fenómeno que comenzaba a crecer en Europa occidental: la inmigración.
Es entonces cuando a mitad de los '90 aparecen los primeros experimentos, y Democracia Nacional (DN) fue la pionera. Detrás, personajes que habían aprendido de los numerosos nazis que se refugiaron en el Estado y que llevaban ya décadas difundiendo las tesis supremacistes y revisionistas (que niegan el Holocausto) vieron el filón de construir una plataforma que reciclará los viejos franquistas y seducirá las nuevas generaciones de neonazis, bajo un proyecto medianamente serio parecido al Front National (FN) francés o el Brittish National Party (BNP) de Inglaterra.
A pesar de los esfuerzos de estos nuevos nazis para esconder las esvásticas, la imprudencia y la falta de "personajes limpios" (no relacionados con nazis, franquistas o fascistas) ha terminado por desmontar la paradita de aquellos que ahora se dicen demócratas, populistas o patriotas, y el caso de Odiel es un hito importantísimo que marcará, sin duda, una nueva batalla en el terreno de la comunicación y la propaganda. Ahora ya se puede decir que DN es un partido nazi. Y de la misma manera deberíamos preguntarnos si se puede aplicar esta misma regla de tres a partidos similares.
No se admite la ideología, se esconde, se disimula, y eso sólo se puede interpretar que algo los avergüenza. La estrategia que han llevado a cabo, no sólo DN con Odiel sino otras formaciones y personajes de las alcantarillas ultras contra medios de comunicación o personas que denuncian alto y claro lo que son, comienza a agotarse. La verdad acabará reluciendo, y parece que todo empieza porque ha caído en la trampa. Si decimos que sois nazis es por que tenemos todas las pruebas. Si decimos que sois racistas, por que así nos consta, y así sucesivamente, hasta que pierda todos los juicios, no nos cansaremos de denunciar su trasfondo fascista y criminal.
Catalá:
La justícia ha absolt el diari Odiel i avala afirmar que el partit Democracia Nacional (DN) és nazi. Aquesta sentència posa al descobert la importància del llenguatge i el joc brut al que els NAZIS com DN juguen sovint, denunciant els qui treuen les seues vergonyes a la llum. S'obri doncs un camí per començar a desemmascarar tots aquells NAZIS amagats darrere la pàtina democràtica, populista i demés eufemismes que els neofeixistes utilitzen per no espantar l'electorat amb esvàstiques. Fa temps que venim recordant el currículum del cap de DN, el valencià Manuel Canduela Serrano, ex membre d'Acción Radical i cantant del grup nazi División 250. Ara caldrà començar a destapar les semblances entre DN i altres partits que es disputen el vot ultra, investigar on estan aquells vells ideòlegs de CEDADE que van passar de DN a altres formacions, i veure si els arguments pels quals s'avala denominar nazi a DN ens serveixen per utilitzar el mateix adjectiu en la resta de casos.
El neofeixisme que començà a construir-se una mica tard a l'Estat espanyol, en comparació amb la resta de països europeus, degut al pes franquista dins la ultradreta espanyola, comença a tindre problemes per dissimular el seu vertader tarannà. Durant els anys '80, el neonazisme a l'Estat estava representat per una de les organitzacions nazis amb projecció mundial més importants de la història, el Círculo Español de Amigos de Europa (CEDADE), on hi coincidiren personatges com Pedro Varela Heiss, propietari de la Llibreria Europa, Christian Ruíz, Juan Antonio Llopart, líder del Movimiento Social Republicano (MSR) o un dels actuals think tanks d'España2000, el català resident hui a Alacant, Ernesto Milà.
No s'ha d'oblidar que nombrosos nazis, molts d'ells acusats de terribles crims contra la humanitat durant el III Reich, van trobar a l'Espanya franquista un paradís per refer les seues vides i continuar sembrant la llavor de l'odi, mantenint viva la ideologia més sanguinària de la nostra història contemporània. Els antics militars de Hitler refugiats a l'Estat havien promogut CEDADE, havien trobat aliats espanyols que es comprometien amb l'dieari nacional-socialista i que estaven fent una enorme tasca de difusió, tant a l'Estat com a l'Amèrica Llatina, on també s'hi refugià una important colònia de militars nazis del III Reich, la major part d'aquests emparats i contractats per la CIA per desestabilitzar durant la Guerra Freda els governs d'esquerres de la zona.
Les lleis espanyoles no prestaven massa atenció als neonazis, que podien passejar tranquil·lament les esvàstiques pel mig de Madrid celebrant el centenari del naiximent de Hitler, com mostra aquest video rescatat de l'any 1989 on Pedro Varela glorifica el Führer. Mentres, la major part de l'extrema dreta seguia lligada al passat franquista, una identificació que perdria pes els successius anys amb l'aparició de grups com Bases Autónomas o Acción Radical, que començaven a adoptar d'Europa la nova moda skinhead nacional-revolucionaria (neonazi).
També fou clau el judici que va enfrontar la supervivent dels camps nazis, Violeta Friedman, amb el rexista belga León Degrelle, ex general de les SS que va viure com un rei a Màlaga durant 49 anys emparat pel règim franquista. Friedman s'enfrontà a Degrelle arran la publicació en la revista Tiempo, en juliol de 1985, d' unes declaracions de l'ex SS on, entre altres afirmacions, ironitzava sobre els jueus: "...si hi ha tants ara resulta difícil creure que hagen eixit tan vius dels forns crematoris".
El judici, tal i com relata un article de l'any 1988, va concentrar nombrosos neonazis que increpaven la supervivent de l'Holocaust que reclamava una condemna contra el nazi per haver atemptat contra el seu honor.
A principis dels '90, en guanyar el judici Violeta Friedman, CEDADE es dissolia, les lleis espanyoles estaven ja alerta de la propaganda nazi i començaven a acotar el terreny per que aquests pogueren realitzar descaradament qualsevol apologia del genocidi i de rehabilitació del règim nazi.
El relleu el recollien els nous nazis, més joves, que no havien viscut el franquisme i que renunciaven a la caspa ultracatòlica dels seus pares, al menys de cara a la galeria. Els skinheads començaven a esdevenir una moda entre els ultres espanyols, una nova forma d'acostar-se a la resta de països europeus que ja presumien de tenir exèrcits de joves rapats disposats a combatre l'ordre establert des de la seua particular contracultura basada en el racisme i el europeisme, ignorant els entrebancs legals que la difusió del nazisme començava a tindre a Europa.
Però els successius episodis violents (assassinats, pallisses, disturbis...) i la militància delinqüent, lligat a la pressió mediàtica i a l'alerta que els grups antifeixistes i organitzacions pels drets humans llançaven, va portar els ideòlegs i els líders més ambiciosos a explorar noves vies per construir una opció política acord amb els temps, emmarcada dins el sistema democràtic i que afrontara el nou fenomen que començava a créixer a Europa occidental: la immigració.
És llavors quan a meitat dels '90 apareixen els primers experiments, i Democracia Nacional (DN) fou la pionera. Darrere, personatges que havien aprés dels nombrosos nazis que es refugiaren a l'Estat i que portaven ja dècades difonent les tesis supremacistes i revisionistes (que neguen l'Holocaust) van veure el filó de construir una plataforma que reciclara els vells franquistes i seduïra les noves generacions de neonazis, sota un projecte mitjanament seriós semblant al Front National (FN) francès o al Brittish National Party (BNP) d'Anglaterra.
Tot i els esforços d'aquests nous nazis per amagar les esvàstiques, la imprudència i la manca de "personatges nets" (no relacionats amb nazis, franquistes o feixistes) ha acabat per desmuntar la paradeta d'aquells que ara es diuen demòcrates, populistes o patriotes, i el cas d'Odiel és una fita importantíssima que marcarà, sense dubte, una nova batalla al terreny de la comunicació i la propaganda. Ara ja es pot dir que DN és un partit nazi. I de la mateixa manera ens hauríem de preguntar si es pot aplicar aquesta mateixa regla de tres a partits semblants.
La conclusió, finalment, és que la covardia regna dins el món ultra. No s'admet la ideologia, s'amaga, es dissimula, i això només es pot interpretar que alguna cosa els avergonyeix. La estratègia que han portat a terme, no només DN amb Odiel sinó altres formacions i personatges de les clavegueres ultres contra mitjans de comunicació o persones que denuncien alt i clar el que són, comença a esgotar-se. La veritat acabarà relluint, i sembla que tot comença per que heu caigut en la trampa. Si diem que sou nazis és per que tenim totes les proves. Si diem que sou racistes, per que així ens consta, i així successivament, fins que perdeu tots els judicis, no ens cansarem de denunciar el vostre rerefons feixista i criminal.