9 de desembre del 2008

Una MAT en la Ribagorza y el Pallars?. No, gracias







Cuando un gobierno respalda o promueve una infraestructura de gran impacto en un territorio determinado, acostumbra a prevalecer el interés general al interés territorial, el interés del lobby económico que el de la sostenibilidad y en esta historia generalmente el pez grande se come al pequeño, o no। Los últimos años, tanto el Pirineo como en Aragón y en les Terres de l’Ebre han visto como no siempre el grande se come al pequeño y aún cuando había un gran Plan Hidrológico Nacional, la defensa del Ebro fue una pieza clave en todo este entramado para la abolición del macrotransvase. En este juego, la Ribagorza, con la emblemática localidad de Santa Liestra, también sufrió las consecuencias de faraónicos proyectos de regulación del río Ésera, que por suerte no se han realizado. Por otra parte, la planificada construción de la línea de Alta tensión Aragón-Cazarilh y de su ramal Graus-Isona supuso también movilizaciones muy importantes e incluso sentencias judiciales que dieron la razón a los diferentes colectivos que se oponían.

Pasados unos años, a finales de 2008, Red Electrica Española (REESA) devuelve de nuevo con el proyecto tan necesario para ellos, pero ahora camuflado con otras demandas históricas y necesarias para la población como es una nueva y necesaria línea electrica para el Sobrarbe y la subestación de Monzón que traerá indirectamente cerca de 500 puestos de trabajo, muy necesarios en el Cinca Medio, y más en estos momentos de crisis।Lo que pretende realizar no es ni menos ni más que un claro chantaje social que ningún gobierno puede permitirse y esperamos que ni el gobierno español ni el catalán lo acepten, así como el gobierno aragonés no se eche atrás en su oposición inicial que muchos aplaudimos. La unión de los diferentes proyectos en uno sólo va encaminado a dividir y separar las instituciones y la sociedad aragonesa que ya hace unos años ya se posicionó claramente en contra de la Aragón-Cazarilh y sus ramales como la Graus-Isona. Ahora, con la nueva cara, REESA realiza un basto intento de de dividir a los aragoneses que ya hace unos años se opusieron a la línea dando unas necesarias instalaciones para Montzón y el Sobrarbe y en cambio condenando una vez más a la Ribagorza y al Pallars Jussà Desde aquí como ribagorzano digo; MONZÓN Y SOBRARBE, SII. GRAUS-ISSONA, NOO. Ahora es el momento de la unión y que la gente de Monzón y Sobrabe, pero también de Huesca, Zaragoza, Lleida y Barcelona se preocupen por estos territorios y sus habitantes.

La comarca de la Ribagorza ya ha aportado mucho, incluso demasiado diría yo, al desarrollo económico y social de España en estos últimos cincuenta años. Su río, el Noguera Ribagorzana, fuente de vida y punto de unión económico y social entre ambas riberas, lo han hiperregularitzado en exceso entre multitud de embalses y tramos donde el caudal ecológico es mínimo que beneficia casi exclusivamente a las grandes industrias hidroeléctricas. Los grandes embalses del Ribagorzana han beneficiado el cinturón industrial barcelonés o los regadíos leridanos, al mismo tiempo que han inundado las mejores tierras de los valles pirenaicos y han obligado a marchar a la mayor parte de la población: algunas veces de manera directa y “voluntaria”, Otras veces de manera obligatoria y otras de manera indirecta. Todo este proceso ha conllevado la la pérdida demográfica de casi el 80% de la población entre 1960 y 1980 que emigró hacia otros territorios, especialmente hacia Barcelona y su área metropolitana. Últimamente, esta emigración se ha estabilizado gracias a diferentes emigrantes que han llegado a vivir en estas comarcas, pero el envejecimiento poblacional ó la inercia económica de las pocas empresas o el abandono de pueblos, casas, campos, bosques, etc es una constante, año tras tras año, con crisis o sin ella. Sólo hace falta ir al Montsec, a la Terreta, a buena parte del Prepirineo para comprobar situación que de la Noguera Ribagorzana se extiende hacia los valles del Isábena (Monesma-Castigaleu) y del Ésera।



La construcción de los embalses también afectó a la desaparición de muchos puentes y caminos y a la desvertebración de las vías de comunicación y a las relaciones económicas y sociales entre una orilla y la otra que se han emperorado y mucho, aún cuando sus habitantes, cada vez menos, continúan relacionándose entre si gracias a la carretera N-230 que se convierte en un eje vetebrador de norte a sur, pero las conexiones entre los diferentes valles oeste-este, en la mayoría de los casos son una asignatura pendiente. Es por todo esto que esta es una de las áreas económicas más deprimidas tanto de Catalunya como de Aragón. El Pirineo no es que esté mejor, la “niña bonita” de la Ribagorza. Un valle tan turístico como el de Benasque muestra las precarias infraestructuras para acceder y evidencia las contradicciones de un territorio que, pese al interés turístico, todavía tiene muchas carencias।



Los diferentes proyectos de desarrollo iniciados a partir de 1991 por medio del CEDESOR han mejorado notablemente las perspectivas de una sociedad deprimida, animadas este año con la creación del consorcio catalano-aragonés de la “Ribagorza Románica” que quiere dinamizar y desarrollar de una manera sostenible todo el territorio delos valles del Noguera Ribagorzana y del Isábena, una inyección y unos planteamientos muy interesantes y necesarios para los territorios.
Es por todo esto que la vieja política de REESA, que quiere continuar explotando el territorio como hicieron anteriormente las hidroeléctricas con los grandes embalses, no trae ningún beneficio y las macro-pilonas de luz contribuyen a frenar el el desarrollo económico y turístico de estos territorio, bordeando las proximidades de zonas naturales protegidas, de zonas de interés geológico, pasando por las inmediaciones de monumentos histórico-artísticos y de unas localidades cuyos habitantes todavía viven y trabajan y en defenitiva de unos comercios a las puertas de los centros turísticos pirenaicos. La nueva MAT de la Ribagorza y el Pallars atenta contra unos ciudadanos y una tierra que en las últimas décadas ha sufrido demasiado, atenta contra los espacios naturales y un territorio prepirinaico; atenta contra las políticas sociales y culturales puestas en marcha últimamente por las administraciones públicas y que vienen a compensar algo los deficits y agravios que han sufrido estas localidades en las últimas décadas en que cómo dice el escudo de los Eroles, representado en una capilla de la parroquial de Arén/Areny de Noguera, en el siglo XVIII, “perseguidos mas no vencidos”, una frase que todavía hoy dia podría caracterizar a esta sociedad y que una línea como la que quiere crear REESA sería su acta de defunción y la corta “crónica de una muerte anunciada”. ESPERAMOS QUE LAS DE SOBRABE UY MONZÓN SIGAN SU CURSO...y de la GRAUS-ISONA; NUNCA MAIS!!.